LA VEGETACIÓN DE LA PLAYA O PSAMÒFILA

La vegetación psamófila esta adaptada a sustratos arenosos, como las playas o las dunas. Deben desarrollar una tolerancia a la salinidad para que el mar aporta grandes cantidades de sal.

Vegetación de la playa o frente dunar

Se trata de comunidades vegetales herbáceas, muy abiertas, bajas, altamente especializadas, de forma que no se encuentran en otro lugar que en estos ambientes litorales. Son características de este tipo de vegetación la cizaña de playa (Elymus farctus), el rábano de mar (Cakile maritima) o Sporobolus pungens.

Vegetación de las crestas de las dunas

Comunidades herbáceas, abiertas y mayoritariamente bajas, aunque las condiciones rigurosas pero matizadas respecto a la playa o el frente dunar, permiten un mayor desarrollo de estas comunidades. Son características plantas como el barrón (Ammophila arenaria), el  mielga marina (Medicago marina), la lechetrezna  de playa (Euphorbia paralias), el lirio de mar (Pancratium maritimum), la campanilla de playa (Calystegia soldanella), etc.

Vegetación  postdunar

Estas comunidades ya presentan algunas especies arbustivas como la Bufalaga marina (Thymelaea hirsuta) o una subespecie litoral de pegamoscas (Ononis natrix ramosissima). Son pues comunidades más densas y altas, que varían mucho su composición florística en función de la topografía de la duna. Son características de este ambiente, además de las anteriormente citadas, la espigadilla marina (Crucianella maritima), la Silene de playa (Silene nicaensis), la zamarilla (Teucrium polium), etc. El hábitat de este tipo de vegetación sufre en nuestra región una fuerte presión antrópica, ligada a la urbanización del litoral y la frecuentación de las playas. Es por eso que quedan pocas muestras de estas comunidades vegetales en las costas arenosas de Cataluña. Sólo quedan muestras destacables en el Golfo de Roses, la Playa de Pals, Torredembarra y el Delta del Ebro.